Detrás de cada creación hay una historia de oficio, dedicación y evolución constante. Te invitamos a conocer a David Torreblanca, una historia familiar que evoluciona con carácter propio.

Inicio
DAVID TORREBLANCA
Crecí entre harinas, chocolates, mantequilla y el ruido constante de las batidoras.
Mi apellido es Torreblanca. Y eso, más que una historia familiar, ha sido siempre una escuela de vida.

·
En el obrador de Elda, al que llegaban encargos de toda Europa, aprendí que el sabor no se improvisa. Se construye, como la reputación, con disciplina, calidad, y constancia.

·
Muy pronto supe que quería formar parte de ese legado, casi como si fuera una vocación inevitable. Y, con el tiempo, he ido encontrando mi propia voz dentro de ese mismo lenguaje: impulsando nuevas líneas, afinando procesos y desarrollando una estética natural, entusiasta e innovadora, sin perder el respeto por la tradición y la técnica que distingue a los mejores pasteleros del mundo.

·
David Torreblanca Pastelería, en la calle Lagasca, es mi forma de rendir homenaje a esa herencia, expandiendo la marca y reinterpretando todo lo que significa
Torreblanca al ritmo de Madrid: inquieta, sociable, vibrante, y con un gusto exquisito por las cosas bien hechas.

Hoy
De Elda a Lagasca. La misma historia. Un nuevo capítulo